miércoles, 5 de septiembre de 2007

Un simple...capítulo 13

Capítulo 13: 7 de abril
Las semanas transcurrían, sin cambios, monótonas y aburridas. Al menos a ojos de Jack. Aunque se había salvado por los pelos de que descubrieran su secreto, gracias al sueño hipnótico en el que le había sumido el shek y que había conseguido que se creyeran su torpe excusa, no se sentía mejor.
Aunque seguía teniendo a Victoria que procuraba animarle y hacerle compañía se sentía muy solo desde que había dejado de notar la presencia de Kirtash, en aquellos momentos a miles de mundos de distancia. Le había prometido que volvería pero cada día era una nueva decepción.
Al principio lo había llevado bien, sin tener preocupaciones y relacionándose con la gente sin miedo a que descubrieran nada raro. Incluso Alexander le había “perdonado” su actitud pensando que Kirtash le había manipulado.
Pero a la larga comenzó a echarle en falta con más frecuencia pasando noches en vela esperando que apareciera. Las pocas veces que lograba dormir más o menos profundamente soñaba con él. Su inconsciente le jugaba malas pasadas haciéndole revivir los momentos más íntimos y especiales que habían compartido. Pero lo peor era cuando lo que había soñado nunca había llegado a ocurrir en la realidad. Disfrutaba inconscientemente con esos sueños pero apenas despertarse le invadía la culpa y la confusión. ¿De verdad quería hacerlo, o era sólo una muestra de lo que le echaba en falta? ¿Era aquello que realmente deseaba, que surgía cuando la razón no podía impedírselo? Se sentía un tanto avergonzado a pesar de no poder controlarlos y a la vez quería poder compartirlo con alguien pero la única persona adecuada se encontraba fuera de su alcance.
Sólo él y Victoria sabían dónde había ido Kirtash. El resto de la gente se limitaba a suponer que se mantendría oculto en algún lugar cercano porque era incapaz de alejarse de Victoria aunque su propia vida estuviera en riesgo.
El shek por su parte había regresado a su apartamento de Nueva York. Su único refugio en ambos mundos. Pero tampoco él estaba del todo contento con aquella separación. Hacía tiempo que necesitaba estar solo por una temporada ya que el estar continuamente rodeado de gente le agobiaba y le consumía lentamente. Él solo se había curado las diversas heridas que le cubrían todo el cuerpo incluso las pequeñas quemaduras, consecuencia de la magia curativa de Jack. Aquello había sido imprudente e irreflexivo pero le había salvado la vida. Ésa solía ser siempre su actitud: actuar sin pensar. Era uno de sus encantos. Sentía haber dejado atrás también una parte importante de sí mismo. Se sentía incompleto, le faltaba su complementario, su opuesto. Sabía que cuanto más le echara en falta, menos podría controlar su reacción cuando volvieran a verse. Sería tan vulnerable como un simple humano, incapaz de controlar sus emociones. Su cura de soledad era una auténtica tortura emocional.
Jack se fue a la cama muy temprano alegando que estaba cansado. Últimamente sucedía con mucha frecuencia. Intentaba recuperar el sueño perdido de sus noches insomnes.
Se quedó profundamente dormido nada más apoyar la cabeza sobre la almohada. Le despertó una voz que susurraba su nombre en voz baja mientras le zarandeaba con suavidad.
- ¿Mmmh...qué pasa? – preguntó Jack a media voz.
Kirtash le tapó la boca con una mano indicándole que bajara la voz.
- ¿Qué haces aquí? – susurró Jack, aún medio dormido.
- Cumplir mi promesa. Además hoy es un día especial, ¿no? al menos en la Tierra.
- ¿De qué hablas?
- Vámonos. Aquí no podemos hablar con tranquilidad.
- ¿Adónde?
Kirtash se encogió de hombros.
- A mi casa.
Jack recorrió de un vistazo el salón reparando en un sobrio reloj que marcaba poco más de las doce. Se sentía un tanto incómodo en aquel apartamento, como un intruso invadiendo un espacio privado. Además el hecho de que estuvieran a solas le ponía cada vez más nervioso. Por culpa de esos malditos sueños. O deseos inconfesables.
Mientras, el shek mantenía su habitual tranquilidad, aparentemente ajeno a la incomodidad de Jack. Se sentó en el sofá que había en el centro y le indicó con un gesto que le imitara. Jack se sentó dejando un pequeño espacio entre ambos.
- Bueno, ¿me vas a decir por qué es un día tan especial? – preguntó Jack a bocajarro.
- Hace un cuarto de hora que es siete de abril. – respondió Kirtash con una sonrisa.
- ¿Y? – replicó Jack desconcertado.
Kirtash se inclinó hacia él y le besó con suavidad.
- Quería ser el primero en felicitarte tu cumpleaños. Y en darte un regalo. – respondió Kirtash tomándole de la mano.
Jack se puso tenso nada más notar el contacto. Su cuerpo reaccionó como si se tratase de un acto reflejo poniendo en alerta todos sus sentidos. El shek estaba muy cerca de él. Demasiado cerca. En aquel momento su corazón y su mente formaban un remolino de sentimientos confusos, refrenando el deseo de apartarse lo más lejos posible. Sin embargo, Kirtash se limitó a dejarle un pequeño objeto en la palma de la mano. Cuando lo miró descubrió que se trataba de Shiskatchegg. El anillo, vínculo de sentimientos entre Kirtash y su portador. Una forma de comunicación que cubría grandes distancias incluso entre dos mundos distintos. Daba igual lo alejados que se encontraran, ambos podían saber siempre cómo estaba la otra persona si se encontraba en algún peligro, o si le había sucedido algo. Pero también era un símbolo de su alianza, casi como un anillo de compromiso, pero con un significado mucho más profundo. Sin duda era un buen regalo pero...
- ¿Lo quieres? – preguntó el shek al ver la expresión de Jack claramente sorprendida pero tal vez un poco, ¿decepcionada?
- Claro que sí – respondió Jack con una vaga sonrisa. – Me quitará muchas preocupaciones. Es que... – vaciló. – Esperaba...otro tipo de regalo. Algo menos...material.
- ¿Cómo un beso? – aventuró el joven con una media sonrisa.
“Ahora o nunca”, pensó.
- En realidad... – el rubor le tiñó las mejillas. – esperaba...algo más que un beso. – dijo con la vista clavada en el suelo, completamente rojo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

absolutamente impresionada contigo........aun no m puedo creer q tenga en clase a una chica tan increible.....en serio, como se puede escribir tan bien con la edad q tiens???flipo. t admiro en serio...
bueno, ahora a ver como sale nuestra historia....jjajaja
bueno,nena, ojala nunca cambies porq eres fantastica, y una chica mazo simpatica
nos vemos...
y feliz año!!!!
melo